Oh Merlin, Why? { Reservado para Atlas Avery}

{15 de septiembre de 1945, a las nueve horas}

-¿Merlín por qué? ¿Qué diablos hice yo para merecerme ésto? - musitaba una rubia con sarcasmo e ironía mientras se daba con un cojín verde esmeralda de su cama ésta mañana, mientras trataba de borrar de su memoria la razón por la cual le preguntaba a Merlín el por qué de su castigo. Hoy parecía el Fin del Mundo para la chica por una sola cosa, ese maldito Castigo, si un castigo que hoy tenía que cumplir por primera vez en su vida, sí su primera vez. La muchacha jamás en sus años de estudio ha sido castigada por una pelea. Era la alumna modelo, sin manchas de romper una sola regla pese a que la Slytherin no era una Santa, pero ella a la hora de su educación se comportaba buen, sin ningún tipo de problemas. Era el ejemplo para sus compañeros, bueno hasta hace exactamente seis días en la que su récord perfecto se rompió por un estúpido Sangre Sucia. Entonces recordó otra vez la razón del castigo.

Flashback (Hace seis Días)

Eran las trece horas y dentro de unos minutos iba a comenzar la clase de Transformaciones Avanzadas que tomaban los Slytherin junto a los Ravenclaws. El profesor aún no ha llegado al aula y solamente tres alumnos de Ravenclaw habían llegado. Ellos estaban situados en el extremo izquierdo del aula y entre esos Ravenclaws había un rubio que estaba transformando tazas de té en tarántulas. Entonces una rubia junto a un pequeño séptico de chicas Slytherins entró en el aura ignorando toda presencia de los tres Ravenclaws que estaban mientras platicaban silenciosamente mientras se sentaban en el extremo derecho del aula. Entonces Atlas Avery, el chico rubio que transformaba las tazas de té el tarántulas comenzó a contar si estaban todas las tarántulas juntas. Se suponía que habían un total de seis, pero justo cuando contó habían cinco. Entonces el chico se asustó y comenzó a buscar la tarántula perdida.

Mientras tanto Vanessa Vercetti estaba riéndose de un chisme buenísimo que le contó Olive Racking cuando de repente sintió algo en su falda. Entonces la rubia se disculpó con las chicas mientras que se escondió para mirarse la falda y de repente gritó. - ¡Una tarántula, una tarántula, ahhhhhh!- gritaba aterrada mientras trataba de matar a la tarántula con un libro y los otros chicos gritaban. No podía utilizar la magia cuando no estaba los maestros. Entonces todos comenzaron a correr, pero Atlas Avery descubrió a su tarántula perdida y sonrió. Entonces la tarántula volvió ameterse en la pierna de la chica mientras que Atlas seguía su tarántula. Luego él llamó a su tarántula, pero cuando Vanessa vio al chico llamar a su mascota, la rubia se puso furiosa. - ¡Avery, vos eres un idiota!- gritó la rubia hecha furia al otro rubio. Entonces mientras el chico tomaba y suplicaba que tan solo era un accidente, la chica le dijo varios insultos incluyendo referencias a su impureza de sangre, y comenzaron a discutir, hasta que se escuchó otro grito mas fuerte, precisamente el del maestro. -¡ Señor Avery y Señorita Vercetti... quince puntos menos para sus casas y están castigados!- exclamó con coraje el profesor mientras ambos bajaron sus cabezas.

Fin del Flashback

Vanessa aún no lo podía creer ni entender, castigada. Y todo eso por la culpa de ese tipo y su maldita tarántula que desearía despedazarla en cantios, pero que en realidad era una maldita taza de té. La muchacha tenía un fuerte nudo en su garganta y unas ansias grandes de mandar hasta el mismísimo demonio a ese Sangre Sucia que destruyó su perfecto récord en Hogwarts. -¡Oh cuanto lo odio! ¡Es un maldito insoportable!- musitaba Vanessa, pero luego recordó otra vez que tenía que ir a afrontar las consecuencias. -Oh pero tengo que cumplir con mi castigo. Y después de todo no es el fin del mundo.- musitó con un suspiro. Entonces la rubia respiró y sus finas facciones se suavizaron al dejarse de quejar. Entonces se despidió de algunos de sus compañeros, no sin antes de escuchar unas "Es un placer conocerte. " o "Que te vaya bien." y se fué de su Sala Común en dirección al Lago, lugar donde sería su castigo.

Cuando la rubia finalmente llegó al lugar, notó que nadie estaba ahí. -Mum, se supone que el guardabosques estuviese ahí ara darnos las instrucciones. Y Avery esperándome para cumplir con el castigo. Mum, ¿Por qué el Profesor decidió de enviarnos al lago para ayudar al guardabosques como castigo? ¿Por qué será? ¿Y segundo, por qué será que debería de estar con ese tonto de Avery cumpliendo el castigo, si él es el culpable por transforma tazas en tarántulas? Ohhh, por Merlín.- se preguntaba caminando de lado a lado con las manos en su rostro pensativa. Entonces escuchó unas pisadas.

Aun seguía sin entender porque tanto escándalo, solo había sido una tarántula pequeña. Nada del otro mundo. Les había hecho bromas intencionales peores a chicas de Ravenclaw. Seguía sin entender porque la tonta sly se había asustado tanto. Ahora por culpa de esa niñata consentida él tenía que levantarse temprano y cumplir un castigo. No era la primera vez que lo castigaban, y recién comenzaba el año por lo que seguramente tampoco sería la última. Pero si era la primera vez que lo castigaban por algo que no había hecho adrede. Había intentado toda la semana hablar con el profesor y explicarle la situación para poder evitarse este tonto castigo pero no hubo caso. Por el contrario el profesor amenazo con que si volvía a verlo para excusarse le agregaría horas a su castigo; por lo que el joven águila no volvió a acercársele.

Aun recordaba con fastidio como había logrado meterme en este problema. Había apostado como de costumbre con Elphin, que el chico que lograra asustar primero a sus compañeras en la sala común invitaba al otro una provisión ilimitada de Grajeas y ranas de chocolate. Era obvio que no podía perder, porque las ranas de chocolate se disfrutan más, sabiendo son fruto de mi victoria. Pero en fin, me encontraba tranquilamente practicando el hechizo que me haría ganar la apuesta, estaba convirtiendo unas tazas en tarántulas. Para disfrute de mi pequeño público me puse a jugar con aquellos bichos. Pero sin que lo notara desapareció una de mis tazarantulas. Faltaban solo unos minutos para que comenzara la clase, cuando note que me faltaba una de mis transformaciones. Comencé a buscarlas desesperado cuando escuche los gritos histéricos de la rubia Vercetti. En seguida fui en busca de la tarántula, ella había visto mientras las transformaba por eso no entendía para que quería matarla. Si llegaba a romper una de esas tazas de seguro Myrtle o Lucinda me matarían, ya que eran las que ellas utilizaban para tomar el té. Tuvo que hacer un millón de piruetas para lograr conseguir la araña. Pero en cuanto la tuvo entre sus manos, antes incluso de poder volver a convertirla en taza, la chica de slytherin había comenzado a insultarlo. Era raro para mi mantenerme tranquilo cuando me llamaban sangre sucia, y esta no fue la excepción. Comencé a discutir con la tonta rubia sin importarme la gente de alrededor. Claro, no me importaba poco hasta que escuche la voz del profesor descontando puntos para Ravenclaw y asignándome un castigo. Un castigo completamente injusto, ya que era obvio que la culpa la tenía la chica histérica. Los puntos no me preocuparon ya que no tarde en devolverlos contestando bien las preguntas en clase de pociones. Pero el castigo definitivamente arruinaría mi semana. Pero lo peor era que tendría que compartirlo con la purista.

Y allí estaba, saliendo de mi sala común rumbo al lago. Mis bolsillos estaban abarrotados de ranas de chocolate, porque que me hayan castigado no me había desalentado de la apuesta y por eso había ganado una cantidad inimaginable de ranas de chocolate. Bajaba las escaleras a paso tranquilo, sabia estaba llegando tarde pero conocía al guardabosques y era seguro que el también llegaría tarde. Apresure un poco mis pasos cuando a los lejos vi al guardabosque que se dirigía al lago. Lo alcance luego de un leve trote. Una sonrisa, una charla de amigos, un par de ranas y el guardabosque volvia a su cabaña; mientras que yo simplemente me dirigí al lago. Estuve tentado unos minutos de dajar a Vanessa sola y luego dejar que se metiera en problemas, pero no podía olvidar que ella era un chica y yo un caballero. Por eso a regañadientes me dirigí al lago. Cuando ya estuve cerca pude observar a la rubia de Slytherin refunfuñar por su castigo. Tenía que admitir que a pesar de ser una purista era bastante linda. ¡Pero qué diablos estoy pensando! ¿Linda? Dios debo dejar de comer tanto chocolate antes de dormir, al parecer me hace delirar. Sacudí mi cabeza alejando sus últimos pensamientos de su cabeza.- primero porque el guardabosque lo pidió, segundo tu eres la culpable por comportarte como una histérica por una simple araña- le dije a la rubia con una sonrisa después de escucharla refunfuñar. – Sabes no estaríamos aquí si supieras comportarte- agregue mientras intentaba abrir otra rana de chocolate.-Por cierto el guardabosque no vendrá, nos pidió juntemos lo que haya cerca del lago que pueda llegar a molestar a los estudiantes- dije poniéndole más atención a mi chocolate que a lo que estaba diciendo. Luego de darle una mordida mire a la chica frente a mi – si prometes hacer una tregua de comportarnos mientras dure este tonto castigo, te convido de mis chocolates- agregue mientras sonreía y le pasaba una de mis golosinas. Después de todo ella era una chica y yo sabia comportarme con las damas.