¡Bienvenid@!
Gran Bretaña, 1945 El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería de nueva cuenta abre sus puertas para todas aquellas mentes emocionadas y expectantes de las maravillas de un nuevo año escolar. Amigos que no se han visto desde hace tiempo, queridos profesores de caras sonrientes y exigencias de un nuevo curso escolar, todo pareciera estar perfectamente calculado, todo esta planeado y se pronostica, que aquel año escolar será uno de los más anhelados y aceptados por los estudiantes. Pero no todo es lo que parece y ciertamente el plan de cierto grupo de estudiantes no es precisamente pasar sus últimos años en el colegio de manera pacífica, ellos quieren causar un cambio, quieren una revolución, quieren iniciar la diferencia en su mundo y no precisamente de la manera correcta ni por los motivos idóneos. Tom Riddle extrañamente comienza a mostrar maneras mucho más encantadoras que las del extraño chico que se conoció de primer a quinto curso, se le nota más seguro, constante y decido, sus palabras suaves como el susurro de una serpiente han comenzado a cautivar a la casa de Slytherin, prometiendo poderes y riquezas inimaginables sencillamente por participar como bulto en su movimiento revolucionario, la prudencia nunca se ha dado con las serpientes y cuando el poder se menciona y la pureza de una casta sale a relucir, casi nadie está dispuesto a negarse.
¡Conectate!
Ingresa con tu nick, Nombre y Apellido, se admiten iniciales.
Conectarse
Últimos temas
De libros caídos y Gryffindors indeseables || Gretta Hemsworth
2 participantes
Página 1 de 1.
De libros caídos y Gryffindors indeseables || Gretta Hemsworth
El único heredero de los Malfoy, se había quedado un rato más ayudando al docente de historia con algunos asuntos que tenía que arreglar, como lo eran unos cuantos exámenes de los chicos del primer curso de Slytherin. Abraxas se había propuesto a ayudarle con aquellas cosas no precisamente por su amabilidad innata para con los profesores, más bien, era para seguir un poco con los que se trataba de hacer en el colegio últimamente: Tener a los profesores en el bolsillo. El rubio nunca había sido demasiado devoto a ayudar a las personas, pero, desde el año anterior se había encargado de entrar sutilmente en la vida de cada uno de los que podía analizar, siendo que era uno de los mejores estudiantes del colegio, nadie sospecharía absolutamente nada de él, claro, sin contar a aquellos a los que les había hecho la vida imposible últimamente, pero al Slytherin, aquellos sangre sucias le traían sin mucho cuidado, nunca se atrevían a decir demasiadas cosas sobre su grupo, o es que simplemente no tenían memoria de cualquier cosa extraña que les hubiera ocurrido últimamente, y él simplemente se reía de aquello, pensando en que si aquel individuo volvía a intentar algo, rompería sus nervios una y otra vez hasta que perdieran la memoria completamente de tantos hechizos desmemorizadores, o dejarlos vivir con un miedo terrible helando sus venas.
Cuando el profesor le dio las gracias con una expresión amable, el rubio le dio una pequeña inclinación de cabeza bastante cordial y se levantó de su silla, afianzando el agarre de su varita en el bolsillo y caminando lentamente hacia la puerta. Le había dicho anteriormente que le tocaba una clase doble de Hufflepuff y Gryffindor de sexto curso, algo por lo que no evitó bufar mentalmente al escuchar aquellos nombres, algo que para él, eran las peores casas que existían en el colegio, simplemente no le cabía en la cabeza el comportamiento de los alumnos que habitaban dichos grupos; y por andar pensando en demasiadas cosas al mismo tiempo, se encontró tropezándose con una rubia mucho más baja que él, a lo que levantó las cejas al escuchar el estrepitoso sonido que causaban los libros chocando contra el suelo, pero no se disculpó, al menos no inmediatamente al descubrir que era una Gryffindor, pero también conocía aquella cara, y aunque la familia Hemsworth no era demasiado conocida por todos, él si que sabía grabarse un rostro la primera vez que lo veía.
— Disculpa por esto — dijo secamente con su voz profunda, sin una pizca de amabilidad, pero tampoco con nada de hostilidad, más bien era tan neutral que no se sabría diferenciar su tono de voz. Se inclinó solamente un poco y tomó un grueso tomo entre sus manos, devolviéndole la mirada gris y fría a la chica junto con su libro —. Ten un poco más de cuidado — siguió diciendo, esperando a que ella tomase el libro entre sus manos, pero al parecer, se había quedado petrificada, o esa era solo su impresión en primera estancia.
Cuando el profesor le dio las gracias con una expresión amable, el rubio le dio una pequeña inclinación de cabeza bastante cordial y se levantó de su silla, afianzando el agarre de su varita en el bolsillo y caminando lentamente hacia la puerta. Le había dicho anteriormente que le tocaba una clase doble de Hufflepuff y Gryffindor de sexto curso, algo por lo que no evitó bufar mentalmente al escuchar aquellos nombres, algo que para él, eran las peores casas que existían en el colegio, simplemente no le cabía en la cabeza el comportamiento de los alumnos que habitaban dichos grupos; y por andar pensando en demasiadas cosas al mismo tiempo, se encontró tropezándose con una rubia mucho más baja que él, a lo que levantó las cejas al escuchar el estrepitoso sonido que causaban los libros chocando contra el suelo, pero no se disculpó, al menos no inmediatamente al descubrir que era una Gryffindor, pero también conocía aquella cara, y aunque la familia Hemsworth no era demasiado conocida por todos, él si que sabía grabarse un rostro la primera vez que lo veía.
— Disculpa por esto — dijo secamente con su voz profunda, sin una pizca de amabilidad, pero tampoco con nada de hostilidad, más bien era tan neutral que no se sabría diferenciar su tono de voz. Se inclinó solamente un poco y tomó un grueso tomo entre sus manos, devolviéndole la mirada gris y fría a la chica junto con su libro —. Ten un poco más de cuidado — siguió diciendo, esperando a que ella tomase el libro entre sus manos, pero al parecer, se había quedado petrificada, o esa era solo su impresión en primera estancia.
Abraxas N. Malfoy- Slytherin
- Mensajes : 82
Galeones : 85252
Fecha de inscripción : 27/03/2013
Edad : 29
Re: De libros caídos y Gryffindors indeseables || Gretta Hemsworth
Tarde, como siempre, tarde. Había tenido una mañana tan relajante en uno de los rincones del castillo que parecía como si hubiesen adelantado los minutos. Volvió a sentir ese viento tan frío pero a su vez, tan a gusto de la joven una vez más en su suave rostro, dejando que éste despeinara aún más su cabellera dorada y como despedida de esa tranquilidad, suspiró. Volviendo a su realidad, se dispuso a caminar a su cuarto, donde se encontraban los libros de historia de la magia, no es que le agradara mucho la asignatura ni mucho menos, pero bueno. No quería adelantar el paso, aun sabiendo que estaba atrasada, no quería correr, por ella se perdía por ahí a meditar o incluso escabullirse por ahí y disfrutar de ese maravilloso lago tan silvestre, una de las tantas maravillas de su lugar favorito en el mundo. Hogwarts.
Como era de esperar, no había nadie en su cuarto, por lo que tranquilamente empezó a buscar en su montonera de libros y cuadernos los materiales indicados para lo que se aprontaba. Mentalizada desde el momento que salió de su habitación a asumir el castigo, sermón, malas miradas del profesor o cualquier estupidez por llegar atrasada, lo único que esperaba era no restarle puntos a la casa, bastante esfuerzo le costó ganarlos en el partido de Quidditch. Qué partido... Se esbozó una sonrisa en su rostro recordando la snitch dorada en sus manos, los gritos de los alumnos de Gryffindor y la locutora anunciando que Gryffindor ganaba. El recuerdo se hizo más placentero al acordarse que hoy tenía entrenamiento en el campo, su cuerpo se erizaba al memorizar la adrenalina que sentía al jugar.
Mas, como siempre pasa, alguien tenía que interrumpir su tranquila trayectoria al salón —"Pero ¿qué?"— Pensó para sus adentros mientras el ruido invadía sus oídos. — Disculpa por esto — Esa voz, tan conocida y arrogante voz, por supuesto que la conocía. —Ten un poco más de cuidado— Quedó mirándolo inexpresiva por unos instantes, no entendía por qué Orión lo consideraba interesante... pero cierto lado de ella tenía que admitir que su arrogancia y falsedad le divertía, mezclada un cierta astucia de parte de él. —Malfoy, lo mismo podría decir de ti— Sonrió algo traviesa mientra recibía sus cosas, la verdad no estaba en su lista de intereses discutir con él, por el contrario, encontraba muy divertido involucrarse con Abraxas a ver quién perdía los estribos primero. La verdad, muy en el fondo, no quería tener cierto odio hacia uno de los compañeros de su mejor amigo. —Te ves muy alegre en este día— No era necesario tener dos dedos de frente para darse cuenta que era sarcasmo puro.
Como era de esperar, no había nadie en su cuarto, por lo que tranquilamente empezó a buscar en su montonera de libros y cuadernos los materiales indicados para lo que se aprontaba. Mentalizada desde el momento que salió de su habitación a asumir el castigo, sermón, malas miradas del profesor o cualquier estupidez por llegar atrasada, lo único que esperaba era no restarle puntos a la casa, bastante esfuerzo le costó ganarlos en el partido de Quidditch. Qué partido... Se esbozó una sonrisa en su rostro recordando la snitch dorada en sus manos, los gritos de los alumnos de Gryffindor y la locutora anunciando que Gryffindor ganaba. El recuerdo se hizo más placentero al acordarse que hoy tenía entrenamiento en el campo, su cuerpo se erizaba al memorizar la adrenalina que sentía al jugar.
Mas, como siempre pasa, alguien tenía que interrumpir su tranquila trayectoria al salón —"Pero ¿qué?"— Pensó para sus adentros mientras el ruido invadía sus oídos. — Disculpa por esto — Esa voz, tan conocida y arrogante voz, por supuesto que la conocía. —Ten un poco más de cuidado— Quedó mirándolo inexpresiva por unos instantes, no entendía por qué Orión lo consideraba interesante... pero cierto lado de ella tenía que admitir que su arrogancia y falsedad le divertía, mezclada un cierta astucia de parte de él. —Malfoy, lo mismo podría decir de ti— Sonrió algo traviesa mientra recibía sus cosas, la verdad no estaba en su lista de intereses discutir con él, por el contrario, encontraba muy divertido involucrarse con Abraxas a ver quién perdía los estribos primero. La verdad, muy en el fondo, no quería tener cierto odio hacia uno de los compañeros de su mejor amigo. —Te ves muy alegre en este día— No era necesario tener dos dedos de frente para darse cuenta que era sarcasmo puro.
mmk- Slytherin
- Mensajes : 206
Galeones : 86124
Fecha de inscripción : 18/02/2013
Re: De libros caídos y Gryffindors indeseables || Gretta Hemsworth
Al verla sonreír de esa forma, Abraxas no pudo hacer más que pensar que algo estaba mal con ella, o que simplemente ese era el típico comportamiento de los de su casa, aunque no sabría decirlo a ciencia cierta dado que muy pocas veces, había estado tranquilamente tropezándose con una torpe Gryffindor en cada pasillo. Ahora le llegó el turno de fruncir el ceño en cuanto ella le habló con una familiaridad que le parecía bastante anormal. La había visto unas tres veces como máximo, y nunca, se había puesto a hablar con ella en ninguna circunstancia, ¿en serio creía que podía tratarlo como si se hubiesen bebido Whisky de fuego a la vuelta de la esquina?, mejor que se le quitara aquella idea de la cabeza, porque al rubio no le estaba resultando nada agradable tener que estar parado allí preguntándose qué le pasaba aquella chica por la cabeza, sin contar el ese sarcasmo inusual en su tono de voz.
— Yo siempre estoy alegre, señorita — respondió con voz plana, clavando sus ojos grises en los de ella, tal vez tratando de que se quitara del camino para él pasar tranquilamente, pero, luego de unos segundos se dio cuenta de que tenía tiempo sin practicar una riña silenciosa con un Gryffindor, pues todos solían ser bastante escandalosos y temperamentales en su máxima expresión —. La cuestión es que no lo muestro a viva expresión — siguió con voz tranquila, levantando una ceja mientras la miraba desde arriba como si quisiese aplastarla, pero por encima de la aversión natural hacia los colores que ella portaba, predominaba la caballerosidad que caracterizaba hasta lo más mundano de sus pensamientos.
— ¿Algo más que agregar? Espero que te vaya bien en las clases — siguió diciendo, esquivándola un poco para seguir su camino de vuelta, pero antes de siquiera dar un paso, el profesor salió a su encuentro, diciéndole algo a lo que asintió inmediatamente antes de volver a su posición y luego lo vio alegrándose de su alumna más puntual. Casi rechinó los dientes cuando él volvió a decirle algo sobre un trabajo, disculpándose por quitarle un poco más de tiempo, pues se tendría que quedar en el aula unos veinte minutos más mientras lo culminaba. Miró de reojo a la chica y entrecerró los ojos antes de volver al aula. Al menos habían cinco minutos de apremio antes de que empezara la lección.
— Yo siempre estoy alegre, señorita — respondió con voz plana, clavando sus ojos grises en los de ella, tal vez tratando de que se quitara del camino para él pasar tranquilamente, pero, luego de unos segundos se dio cuenta de que tenía tiempo sin practicar una riña silenciosa con un Gryffindor, pues todos solían ser bastante escandalosos y temperamentales en su máxima expresión —. La cuestión es que no lo muestro a viva expresión — siguió con voz tranquila, levantando una ceja mientras la miraba desde arriba como si quisiese aplastarla, pero por encima de la aversión natural hacia los colores que ella portaba, predominaba la caballerosidad que caracterizaba hasta lo más mundano de sus pensamientos.
— ¿Algo más que agregar? Espero que te vaya bien en las clases — siguió diciendo, esquivándola un poco para seguir su camino de vuelta, pero antes de siquiera dar un paso, el profesor salió a su encuentro, diciéndole algo a lo que asintió inmediatamente antes de volver a su posición y luego lo vio alegrándose de su alumna más puntual. Casi rechinó los dientes cuando él volvió a decirle algo sobre un trabajo, disculpándose por quitarle un poco más de tiempo, pues se tendría que quedar en el aula unos veinte minutos más mientras lo culminaba. Miró de reojo a la chica y entrecerró los ojos antes de volver al aula. Al menos habían cinco minutos de apremio antes de que empezara la lección.
Abraxas N. Malfoy- Slytherin
- Mensajes : 82
Galeones : 85252
Fecha de inscripción : 27/03/2013
Edad : 29
Re: De libros caídos y Gryffindors indeseables || Gretta Hemsworth
Sus expresiones hacían que por dentro sintiera un fuego e incluso un cosquilleo en mi mano para empujarlo contra la pared y encarar al chico de ojos inexpresivos, si, aunque el sea más alto y de seguro más fuerte, si no tuviera en cuenta en su conciencia de que aquel era el prometido de su mejor amiga, seguramente lo hubiese hecho. Odiaba que la tomaran por idiota, no lo era, probablemente Malfoy no tenía idea de que ella estaba al tanto su verdadera faceta, podría engañar a Lucinda, a la mayoría de las chicas ciegas y superficiales de Hogwarts, a mi no.
Dejó que la mirara como se le diese la gana, no le afectaba en lo absoluto, pero al dejarla ahí, aparentando que no existía y queriendo pasar como quien esquiva un objeto inerte sin importancia, provocó que apretara sus puños con tal fuerza y con la determinación de no quedarse callada. No sabría si decir que era lo mejor que pudiese haber ocurrido, el profesor apareció poco sorprendido de mi hora de llegada, o lo peor, pues, estaba convencida de aquel era el momento de abatir sus ridículos aires de grandeza. Miró al profesor tratando de aparentar tranquilidad, la realidad era que el tiempo extra que el profesor me dejara dentro de la clase, estaba fuera de mis intereses por ahora.
Procedí a entrar al aula, pero mi impulsividad no podía quedarse quieta, algo faltaba, no dejaría que Abraxas creyera que soy una más de las que lo catalogan como encantador y sumamente cordial. Suspiré mientras daba pasos seguros a la entrada y dejando de lado cualquier expresión de enfado en mi rostro susurré lo suficiente como para que él entendiera. —¿A quién crees que engañas, Malfoy?— Quizás no iba a responder nada, pero de algo estaba segura, aquello daba pie a cierta rivalidad entre ambos.
Dejó que la mirara como se le diese la gana, no le afectaba en lo absoluto, pero al dejarla ahí, aparentando que no existía y queriendo pasar como quien esquiva un objeto inerte sin importancia, provocó que apretara sus puños con tal fuerza y con la determinación de no quedarse callada. No sabría si decir que era lo mejor que pudiese haber ocurrido, el profesor apareció poco sorprendido de mi hora de llegada, o lo peor, pues, estaba convencida de aquel era el momento de abatir sus ridículos aires de grandeza. Miró al profesor tratando de aparentar tranquilidad, la realidad era que el tiempo extra que el profesor me dejara dentro de la clase, estaba fuera de mis intereses por ahora.
Procedí a entrar al aula, pero mi impulsividad no podía quedarse quieta, algo faltaba, no dejaría que Abraxas creyera que soy una más de las que lo catalogan como encantador y sumamente cordial. Suspiré mientras daba pasos seguros a la entrada y dejando de lado cualquier expresión de enfado en mi rostro susurré lo suficiente como para que él entendiera. —¿A quién crees que engañas, Malfoy?— Quizás no iba a responder nada, pero de algo estaba segura, aquello daba pie a cierta rivalidad entre ambos.
mmk- Slytherin
- Mensajes : 206
Galeones : 86124
Fecha de inscripción : 18/02/2013
Re: De libros caídos y Gryffindors indeseables || Gretta Hemsworth
Quiso detenerse en seco ante esa pregunta, pero, su reacción fue sentarse en la primera fila como si fuese el rey del lugar, e inmediatamente dirigió su gélida mirada hacia ella, como si quisiese estocarle una aguja muy fina en su (seguramente frágil), subconsciente; sin embargo, ella seguí mirándolo como si de una rivalidad naciente se tratara aquello, y Abraxas, no quería aceptar de ninguna manera que aquello era de alguna forma, era bastante cierto, pues hasta que no consiguiese hacer que bajase la mirada, definitivamente no podía cantar victoria. Era una estúpida Gryffindor que pretendía pasarse de lista con él, no tendría que ser demasiado difícil por razones obvias y concretas.
Procurando que el profesor estuviese sumergido en su mundo de pergaminos y letras, se giró un poco hacia la posición de ella y sonrió de medio lado. Cualquiera que lo viese y no lo conociese, seguramente diría que aquella, era una sonrisa encantadora, pero quien la portaba era Abraxas Malfoy, y en definitiva, aquellos que sabían de lo que era capaz, nunca juzgarían una de sus cruelmente perversas sonrisas como algo hermoso a la vista, de hecho, era aterradora el vacío prominente que caracterizaba en ese instante a sus grises ojos. Maldad en su más puro estilo, aunque pocos se diesen cuenta de ello.
— Si quisiera engañar a alguien, créeme que tú no estarías en la lista… serían otras formas — susurró bajo pero remarcando cada una de sus palabras para que ella lo escuchara con atención. Había intentado ser amable y caballeroso con ella por el simple hecho de ser una mujer, pero Hemsworth definitivamente, no sabía qué era el sigilo, ni mucho menos el recato que debía tener cualquier persona que no sabía dónde se estaba metiendo. Si ella pensaba que no le haría nada si llegaba más lejos, definitivamente, lo tenía en un muy buen concepto comparado con lo que pensaban otros que no quería nombrar. Que no se quejara cuando las fauces de la serpiente se la tragaran sin dejar rastro de ella, tal vez.
Procurando que el profesor estuviese sumergido en su mundo de pergaminos y letras, se giró un poco hacia la posición de ella y sonrió de medio lado. Cualquiera que lo viese y no lo conociese, seguramente diría que aquella, era una sonrisa encantadora, pero quien la portaba era Abraxas Malfoy, y en definitiva, aquellos que sabían de lo que era capaz, nunca juzgarían una de sus cruelmente perversas sonrisas como algo hermoso a la vista, de hecho, era aterradora el vacío prominente que caracterizaba en ese instante a sus grises ojos. Maldad en su más puro estilo, aunque pocos se diesen cuenta de ello.
— Si quisiera engañar a alguien, créeme que tú no estarías en la lista… serían otras formas — susurró bajo pero remarcando cada una de sus palabras para que ella lo escuchara con atención. Había intentado ser amable y caballeroso con ella por el simple hecho de ser una mujer, pero Hemsworth definitivamente, no sabía qué era el sigilo, ni mucho menos el recato que debía tener cualquier persona que no sabía dónde se estaba metiendo. Si ella pensaba que no le haría nada si llegaba más lejos, definitivamente, lo tenía en un muy buen concepto comparado con lo que pensaban otros que no quería nombrar. Que no se quejara cuando las fauces de la serpiente se la tragaran sin dejar rastro de ella, tal vez.
Abraxas N. Malfoy- Slytherin
- Mensajes : 82
Galeones : 85252
Fecha de inscripción : 27/03/2013
Edad : 29
Re: De libros caídos y Gryffindors indeseables || Gretta Hemsworth
Sus miradas sinceramente eran patéticas, me aburría el hecho de que Malfoy creyese que era digno de que sintiera temor por él, para mí era una serpiente más que se arrastraba rogando que los demás sintiesen temor, hasta Riddle me daba un poco más de “miedo” o mejor dicho desconfianza que Abraxas y aquello, ya era mucho decir. Si no hubiese estado en clases, su sonrisa “encantadora” habría sido culpable de carcajadas interminables de mi parte, ya le había dicho ¿A quién pretendía engañar? con esa falsedad no encantaba ni a las piedras, de mi punto de vista, claro está y es que, por desgracia, mi mejor amiga sentía un aprecio horrible hacia él, lo cual, era el único argumento para no darle, al menos, un puñetazo en su nariz, poco y nada me importaba que fuera mujer y que aquello sería muy mal visto en tanto en estudiantes como profesores.
Malfoy, un dilema ¿Era pena lo que me provocaba o simplemente vergüenza ajena? Aquel niño en cuerpo de hombre podría tener todo el dinero del mundo, pertenecer a una de las familias más prestigiosas en el entorno de la magia, pero la cobardía le desbordaba por los poros, él era de esos incapaces de imponerse sus propias reglas e ideales, él simplemente seguía masas de gente con las cuales concordaba en pensamientos e ideologías, pero jamás impuestas por él. Tenía claro que podría dañarme físicamente o faltarme el respeto, lo cual era un motivo más para reír, todo lo que me pudiese hacer este reptil era hacerme reír con su personaje de “chico encantador” penoso.
—¿Qué ocurre Malfoy? ¿Por qué te afecta tanto un comentario fugaz de una Gryffindor?— Mi duda era honesta, no entendía bien por qué mis palabras llegaban a tal punto de perturbarlo y hacerlo enojar, pero claro, también me alegraba que unas simples palabritas sin sentido pudiesen alterar tanto a al rubio, lo que confirmaba mi teoría de que en su interior se encontraba alguien asqueroso y podrido, todas mis hipótesis sobre él, las afirmó por su estupidez ¿No era tan inteligente? Pues no lo parecía, pues, perdió los estribos ante palabras que no debieron afectarle ni en el más mínimo de los ámbitos.
Malfoy, un dilema ¿Era pena lo que me provocaba o simplemente vergüenza ajena? Aquel niño en cuerpo de hombre podría tener todo el dinero del mundo, pertenecer a una de las familias más prestigiosas en el entorno de la magia, pero la cobardía le desbordaba por los poros, él era de esos incapaces de imponerse sus propias reglas e ideales, él simplemente seguía masas de gente con las cuales concordaba en pensamientos e ideologías, pero jamás impuestas por él. Tenía claro que podría dañarme físicamente o faltarme el respeto, lo cual era un motivo más para reír, todo lo que me pudiese hacer este reptil era hacerme reír con su personaje de “chico encantador” penoso.
—¿Qué ocurre Malfoy? ¿Por qué te afecta tanto un comentario fugaz de una Gryffindor?— Mi duda era honesta, no entendía bien por qué mis palabras llegaban a tal punto de perturbarlo y hacerlo enojar, pero claro, también me alegraba que unas simples palabritas sin sentido pudiesen alterar tanto a al rubio, lo que confirmaba mi teoría de que en su interior se encontraba alguien asqueroso y podrido, todas mis hipótesis sobre él, las afirmó por su estupidez ¿No era tan inteligente? Pues no lo parecía, pues, perdió los estribos ante palabras que no debieron afectarle ni en el más mínimo de los ámbitos.
mmk- Slytherin
- Mensajes : 206
Galeones : 86124
Fecha de inscripción : 18/02/2013
Temas similares
» You're not what I'm looking for || Gretta R. Hemsworth
» Run away | Gretta Hemsworth
» I know I can count on you | Gretta Hemsworth
» when the daylight's fading || Gretta Hemsworth
» Secretos [Privado] [Gretta R. Hemsworth]
» Run away | Gretta Hemsworth
» I know I can count on you | Gretta Hemsworth
» when the daylight's fading || Gretta Hemsworth
» Secretos [Privado] [Gretta R. Hemsworth]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Mar Jul 16, 2013 2:13 am por Invitado
» Protego RPG - ÉLITE, CAMBIO DE BOTÓN
Jue Jun 20, 2013 4:59 pm por Invitado
» The Last Chapter {Afiliacion Elite}
Mar Mayo 28, 2013 9:57 pm por Invitado
» ¡Vuelve Morsmorde!
Sáb Mayo 25, 2013 9:37 pm por Lyanna Archer
» Lyanna Archer (completa)
Sáb Mayo 25, 2013 9:25 pm por Lyanna Archer
» Is time for Oxford- Foro NUEVO.. Se necesitan Cannos- Normal
Sáb Mayo 25, 2013 12:37 am por Invitado
» Petición cierre de temas
Lun Mayo 06, 2013 3:22 am por Morsmorde
» Listado de hechizos Estudiantes
Dom Mayo 05, 2013 4:53 am por Morsmorde
» Listado de hechizos magos Adultos
Dom Mayo 05, 2013 4:50 am por Morsmorde