Books and Friends are Fun || Amelia B.

Books and Friends

Revisó el pergamino con las anotaciones, se mordió el labio tratando de recordar el movimiento de varita con el cual le había salido perfecto el hechizo escrito, para Kätch la forma en que manejabas la varita tenía mucho que ver con el resultado del hechizo. Aún seguía en la biblioteca, aunque claramente no por mucho, tenía tan solo trece minutos para bajar un piso donde había citado a su vieja amiga Amelia, y debía apurarse puesto que con las escaleras que se movían uno siempre podía tener un retraso inesperado.
Tomó los largos rollos de papel, y cuidando que no se arruguen, los enrolló. Dejó la tinta y pluma que de hecho no eran suyos, sino de aquellos que prestaban en el lugar, sus apuntes yacían ya entre sus manos, le dedicó una sonrisa a la persona encargada de la entrada y salida de la biblioteca, tenía algo de confianza con la mujer, con solo verla era obvio saber que había tomad todas las precauciones con lo que se había prestado para realizar sus investigaciones personales, Kätch prácticamente idolatraba a los libros, pues siempre los ha visto como fuentes de sabiduría y merecen respeto.
Las escaleras no se movieron hasta que hubo arribado a su destino, se sintió bastante alegre por ello puesto que la tardanza no es algo que perdonase a nadie, ni siquiera a ella misma, y realmente quería ver a la Hufflepuff después de la última clase que habían tenido juntas. Pensar en ello le recordó la primera clase que tuvieron juntas, a pesar de no haber conseguido muchas amigas en su propia casa la conexión con la pelirroja fue mucho más fácil, la rubia tenía en mente que se debía a su gran empatía, y es que así es como uno usualmente reconoce a los de aquella casa, aunque vaya más allá de eso. La rubia no solía creer en el destino, pero de alguna manera se había logrado que ambas chicas siguieran siendo bastante unidas o incluso más que unos cinco años atrás. Su mente volvió al presente, usando la vista para examinar el panorama del pasillo, en donde debía encontrar a aquella chica que no sería tan difícil de encontrar, la vio en la puerta de la biblioteca, parecía estar entrando, técnicamente se habían citado en la biblioteca pero tal vez había sido una casualidad que se encontraran poco antes de hacerlo, de hecho aquel lugar no era exactamente el mejor para hablar aunque si se trataba de aprender claramente sería el mejor lugar del mundo. Movió la mano de una lado a otro, alzando bastante el brazo, sin embargo dado a que estaba de un lado Amelia solo sería capaz de verla por el rabillo de su ojo, se acercó tan rápido como pudo pues no quería elevar la voz, aún estando fuera de la biblioteca ya estaba tan acostumbrada a sus reglas que sería mejor solo cumplirlas.
Le dio un pequeño toque en su hombro, para aquel momento probablemente ya se habría dado cuenta de que estaba tan cerca, le dedicó una amplia sonrisa de saludo, y sin decir palabra alguna primero se dedicó a darle un abrazo.