I've been up in the air | Elphinstone Urquart

Aquel día había sido de lo más extraño. Durante la noche anterior a penas pude coger el sueño debido a todo lo que me había ocurrido con Sabrina. Aunque sabía que era real esa atracción inexplicable que sentía, no me dejaba conciliar el sueño. Era un tema que viajaba por mi cabeza sin descanso, y no precisamente solo por Sabrina, sino... Con todas las mujeres. Eso era lo que me atormentaba.

Aquella mañana me levanté muy temprano, antes de la hora de clase, incluso. Pero estaba tan cansada que me quedé acostada hasta que llegó la hora real de ponerse en pie e ir a cambiarme para asistir a las clases. Esas habían sido las horas que habían conseguido despejar mi mente, puesto que era inevitable prestar atención al profesor. Siempre había sido muy curiosa, y me parecía particularmente interesante las charlas de los profesores: a veces podía encontrar fallos en lo que decían, y era gracioso poder hacer que se retractaran.

Tras las clases fue Iana quien despejó mi mente al pasar un rato conmigo, aunque ni si quiera llegué a contárselo porque, en realidad, en aquel momento lo ocurrido con Sabrina no había aparecido por mi mente al estar entretenida con cualquier otra cosa o metida en una conversación importante. Aunque estuviéramos hablando de mi hermano, incluso.

Pero al llegar de nuevo la noche, mi mente se colapsó de nuevo. Aquel tema volvía a ser lo principal en mi cabeza, por lo que decidí que era mejor distraerme hasta que me entrara sueño y pudiera dormir. Así, decidí salir al lago sola. Sabía que estando a oscuras, pues ya había entrado la noche, era peligroso salir sola y más a un sitio como ese. Pero no me importaba. Prefería correr el riesgo a tener que dar mil y una vueltas en la cama. Al llegar allí me senté en la tierra, mirando fijamente el agua, como si esperara que de repente saliera algo de allí que me hiciera dejar de sentir cualquier cosa.