Counting stars.. || Harfang

Sabe distinguir sus prioridades, por lo que muchos lo tildarían de 'despreocupado', cuando la realidad es que le preocupa lo que realmente importa. Los insultos no lo afectan, no considera que deba gastar tiempo contradiciendo a nadie, mucho menos crear discusión por motivos irrelevantes, por lo que la mayoría de las veces evitará las peleas.
Sabe valorar lo que tiene porque siempre se puede tener menos. También siempre se puede tener más, pero no le gusta arriesgar a perderlo todo por simple egoísmo.
Al conocerlo se verá que es un muchacho alegre, animado, de buen carácter, será fácil socializar con él y estará de buenas a la primera. Le gusta bromear, pero cuidando mucho sus límites ya que comprende y respeta que hay personas a las que las bromas no le gustan. Tampoco es que quiere ganarse enemigos por algo tan simple.
Le gusta estar con sus amigos y a veces necesita sus momentos de soledad. Está desentendido de lo que sucede en el mundo, no porque no le importase, si no porque sabe que si se entera de cosas no va a ganar más que para disgustos, a parte no puede hacer nada para remediar el caos mundial. Por eso prefiere mantenerse al margen y obviar el tema.
Se viste con lo que encuentra a mano, intenta remendar la ropa si se ha roto "Todavía sirve, todavía sirve." Tampoco mira mucho lo que come, pero eso es otro tema.

Si hay algo que puede decirse de Atlas es que es un caballero. Le abre las puertas a las chicas, les acomoda las sillas, se ofrece a cargar los libros y las mochilas. No alza la voz al discutir, a pesar de que le cuesta contener su genio. Es un Ravenclaw de tomo y lomo, y como tal tiene su curiosidad insaciable, siempre en busca de nuevos desafíos intelectuales o de razones filosóficas. Siempre se la pasa intentando saber más o perdido en sus pensamientos. También tiene su orgullo y le cuesta perdonar, pero si siente que merece la pena, siempre lo hará. Defiende a los que quiere con uñas y dientes, y nunca se olvida cuando alguien le hace daño a sus seres queridos. Puede mantenerse enfadado por un largo tiempo si se siente ofendido, aunque si te disculpas sinceramente probablemente lo olvidará todo en cinco minutos. Y él sabe agachar la cabeza – después de que todo haya acabado y se ponga a pensar.
Puede ser arrogante o irrespetuoso pero todo está en el carácter. No sabe cómo evitarlo. En el calor de una discusión, a veces no mide lo que dice y acaba pagando las consecuencias. Los que lo conocen lo saben y han aprendido a no tomarlo tan en serio, aunque le hacen pagar obligándolo a ser su esclavo o alguna tontería parecida.
Es encantador. Carismático. Sabe como hacer que las personas se sientan a gusto al estar con él, hace las bromas indicadas, se ríe más fuerte de lo que habla y siempre está listo para una travesura tonta. Le gustan las bromas, y lo que le disgusta son las personas que no aprecian una buena carcajada. Casi nunca está de mal humor, a menos que esté enfermo – entonces es mejor alejarse de él, y bien rápido. Se vuelve testarudo e irritable, y cambia de humor como nadie más.
No le gusta mentir. No le gustan las mentiras, punto. Y la verdad es que es un mentiroso terrible, se le ponen las mejillas rojas y tartamudea y hace ése gesto de rascarse la nuca que siempre lo delata. Así que lo evita y es honesto y directo. Nada de sutileza para AJ. Con sus amigos, es el que se asegura de que las cosas no se vuelvan muy locas, por raro que parezca. Mantiene los pies bien en la tierra y rechaza las ideas más ridículas, asegurándose de darles un coscorrón para evitar que les crezcan nociones absurdas.
Es muy protector de sus amigos – de todo aquél que le parezca que vale un knut, se va a parar y luchar. Es apasionado y bastante terco y obstinado. Cuando se acalora cuesta que entienda el otro punto de vista, y lucha hasta el final por lo que cree correcto. Ha peleado innumerables veces en los corredores con algún Slytherin de mente estrecha por la misma razón. El rollo de «pureza le sangre» le parece la memez más grande de la historia. (Y es en serio.)
Con alguna chica que pueda llegar a gustarle realmente, se vuelve no exactamente tímido pero sí hesitante. Le gusta mantenerla feliz, y por lo tanto es muy atento con ella. A veces balbucea y dice tonterías, como un crío, lo que lo deja tan avergonzado que prefiere callarse. Pero es un novio estupendo, o al menos intenta serlo. Aunque realmente por ahora no busca nada serio, ni tiene a nadie que lo haga volverse loco.
Muy inteligente, y con una memoria prodigiosa. Le gusta estudiar porque le parece interesante. Ése es su truco. Si prestas atención todo es interesante. Odia Astronomía porque aparte de mirar el cielo no hay mucho que hacer, y le recuerda demasiado Adivinación (que ni siquiera se molestó en tomar en tercero) – es su peor asignatura.
Casi nunca está serio.